viernes, 8 de enero de 2016

¿SABÍAS QUE LA CERVEZA Y EL EJERCICIO SON COMPATIBLES?





Durante años se ha dicho que el consumo de bebidas alcohólicas puede deshidratar a la persona, no de una forma exagerada, pero sí significativa.

La cerveza hace parte del catálogo de este tipo de bebidas y, sumado a esto, tiene una acción diurética que estimula la eliminación de líquidos.

Teniendo todo esto en cuenta, lo más lógico sería pensar que es lo último que debemos tomar después de hacer mucha actividad física ya que, si nos basamos en tales efectos, no parece ser una buena opción para sobreponer los líquidos.

Sin embargo, esto no es así. La cerveza también es válida para rehidratarnos y acelerar el proceso de recuperación del cuerpo después de haberlo sometido a esfuerzos físicos.
Además, esta bebida que se obtiene de la fermentación de la cebada, trigo, malta y otros cereales tiene muchas propiedades saludables, incluyendo un efecto hidratante.

A esta conclusión pudo llegar el Profesor Manuel J. Castillo Garzón, Catedrático de laFacultad de Medicina de la Universidad de Granada, en el estudio “Idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo de los deportistas”, que, si bien se llevó a cabo en el año 2009, en la actualidad se está haciendo bastante popular por las populares carreras “BeerRunners”.

¡Ojo! Debe ser moderada
Los beneficios de la cerveza después de realizar actividad física son efectivos siempre y cuando la persona la consuma con moderación.

Esta bebida contiene entre 3 y 5% por volumen de alcohol etílico o etanol, el cual, en cantidades elevadas, es muy perjudicial para la salud.

Al ser metabolizado por el cuerpo es dañino para los nervios y órganos como el hígado, los riñones y el páncreas.

No obstante, en cantidades moderadas podría tener beneficios sobre el sistema cardiovascular, ya que actúa como un diluyente de la sangre.

Los límites de alcohol no perjudiciales no deben superar una bebida para las mujeres y máximo dos para los hombres.

Además, hay que tener en cuenta que la cerveza es relativamente alta en calorías ya que, por lo general, aporta entre  110 y 150 calorías por cada 12 onzas (400 ml).

Por lo tanto, su consumo excesivo podría reducir cualquier esfuerzo hecho mediante el ejercicio, cuyo principal objetivo es el de perder peso.

Los componentes de la cerveza
Además del alcohol, la cerveza contiene cierta cantidad de electrolitos y minerales tales como el sodio y el potasio, elementos que conducen la electricidad en fluido y que ayudan a que los mensajes se transmitan de forma adecuada por los nervios.
Además, desempeñan un rol importante en la distribución de agua en el cuerpo para una adecuada hidratación.

En menor cantidad también aporta minerales esenciales para la salud ósea y muscular, como es el caso de:

·        El calcio.



·        El magnesio.
·        El fosfato.
·        El potasio.
·        El sodio.
·        El selenio.
·        El flúor.

Hidratante y reductor del estrés
De acuerdo con el Dr. Manuel Castillo, uno de los beneficios potenciales de tomar cerveza después del ejercicio es que resulta más efectiva para rehidratar el cuerpo en comparación con otras bebidas con el mismo fin.

Se cree que esta propiedad puede deberse al hecho de que es una bebida carbonatada que contiene azúcares y sal, los cuales hacen que el estómago la absorba más rápido.
Tomar un vaso (6 onzas) de esta bebida después de realizar una rutina de ejercicio puede ayudar a reducir los niveles de cortisol en el torrente sanguíneo, lo que tiene un efecto sobre el estrés.

Lo mejor es que es buena para relajarse después del esfuerzo físico y gracias a su capacidad para dilatar los vasos sanguíneos, se disipa el calor y se regula la temperatura.

Otros beneficios
Ingerirla de forma regular y moderada le aporta bondades a la salud cardiovascular, siendo especialmente indicada para mantener los niveles de colesterol y triglicéridos controlados.
Además, es una fuente de flavonoides, antioxidantes asociados con el incremento de la calcitonina, un compuesto esencial para prevenir la pérdida de la densidad ósea durante la menopausia.

¿Cerveza sin alcohol?
Así es. Se está haciendo muy popular por ser una forma más saludable de aprovechar las propiedades nutricionales y refrescantes de esta bebida, pero restándole el efecto del etanol.

Esta versión es una fuente mayor de vitaminas B1, B2 y B6, así como glúcidos de asimilación lenta como el almidón y un mayor número de fibra dietética



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